«Leopoldo Pomès, uno de los fotógrafos de vanguardia en los años 60 y 70 y también publicista de renombre, entró con fuerza el mundo de la restauración barcelonesa de los años 70 con la tortillería/hamburguesería Flash Flash, un restaurante pionero del furor por la hamburguesa que se vive actualmente.
Ambiente que mezcla con naturalidad la vieja guardia y los nuevos fieles. Un logo fluorescente nos da la bienvenida en la entrada, indicando que vamos a entrar en la dimensión de otra época. El nombre, Giardinetto, proviene de un jardín interior diseñado con formas vegetales enteramente virtuales que invade paredes y techo y envuelve al comensal en un ambiente algo surrealista. El bar recibió uno de los primeros premios FAD de diseño, y permanece tal como se creó.
Ángel, que aprendió junto con Ginés Pérez del Belvedere, es el maitre y el encargado de los cócteles, y entre sus innovaciones más exquisitas se encuentra el cóctel-sorbete de margarita. La carta ha variado poco y se nutre de una cocina sencilla donde destacan los panzerotti y los tartares.» Por Maria Santamaría para Condé Nast Traveler
